Existencia lúgubre de estupidez piadosa,
Insensible frente a toda culpa y toda falla,
Su secreto late en cicatrices de batallas,
Y en verdades que infinitas páginas demoran.
Cruel maquinaria vieja y demente,
De engranajes de barro
Rugiendo sobre los huesos crujientes
De los sacrificados,
Proclamando amenazas y axiomas
Cambia fe por espanto
Diseñando a su gusto la historia
Cambia horror por encanto.
Existencia pérfida de estupidez suicida
Con esa insolvencia de su ética bastarda
Le llama justicia a la violencia en la venganza
Y llama violencia a los clamores de justicia.
Su mecanismo de intriga insana
Vuelve a ser ensayado,
Ansia al caníbal vestida de gala
Conmoviendo hasta el llanto.
A la luz del instante del juicio
Se descubre lo humano
Que se esconde tras los artificios
De su eterno teatro.